domingo, 19 de octubre de 2008

EL PUEBLO Y EL SONETO


La multitud no cabe en un soneto.
Pasa los puentes de cualquier castillo.
Tumba puertas, paredes y ladrillos.
El pueblo no se encierra en un soneto.

Tampoco el pueblo cabe en un terceto.
Mucho más amplio es su cantar sencillo.
Más luminoso es su radiante brillo.
Es público su canto y no secreto.

Por eso un día los catorce versos
logran huir y llegan al camino
empleando los atajos más diversos.

Y ven que el pueblo marcha a su destino
con amor, con sudor y con esfuerzo
aplastando traidores y asesinos.

SOMOS DE MAÍZ

En un principio solo existieron el vacío y el silencio.
Sólo silencio y vacío había.
Luego los dioses quisieron crear al hombre,
dar un sentido al universo.
Era necesario encontrar la materia,
la esencia original.
Y fue muy difícil hallarla.
El barro se deshizo.
Agua y tierra se apartaron.
La madera tampoco sirvió.
No fueron útiles los inmóviles troncos.
Entonces los dioses descubrieron el maíz,
sus hojas y sus cañas,
los duros dientes amarillos que brillaban.
Y surgió el hombre,
el heredero de la energía vegetal;
el ser que nació de las mazorcas.
Somos hombres de maíz
entre el oro de los granos y el verde de las hojas.
Y un día de madera,
cuando el barro nos llame,
seguiremos siendo
con honor y orgullo indígenas maizales.

FERNANDO LAMBERG, 2008

martes, 7 de octubre de 2008

PREDICCIÓN


Algún día, Chile, serás socialista
y rojas banderas tendrán nuestros hijos.
Algún día, Chile, seremos hermanos
sin poseedores ni desposeídos.

La justicia siempre vivirá en nosotros.
La paz brillará como un vaso de vino.
Traerá la belleza sus grandes columnas
y abrirá la estrella los anchos caminos.

Llegará ese día, Chile del futuro,
con la llama que arde pura y luminosa,
con la luz que vence tu pasado oscuro.

Y desde el desierto de voz poderosa
hasta el polo sur con sus hielos profundos
volarán los cóndores llevando tu antorcha.