jueves, 24 de abril de 2008

PABLO NERUDA


Un poeta entró tan profundamente en la materia
que tocó las húmedas fibras de la madera,
escuchó la áspera voz del apio
y vio volar las empapadas alas del vino.
Estaba frente al mar,
frente al mar siempre igual y siempre diferente.
Las olas chocaban contra la arena.
En la playa todavía quedaban alguna ágatas.
El golpe violento de la traición
hizo que el poeta
-dejando su envoltura terrenal-
volviera a ser materia.

FERNANDO LAMBERG, ABRIL DE 2008

1 comentario:

Juan Víctor Alfaro dijo...

Poeta,
he recibido un comentario en mi blog BOSQUE DE PALABRAS, e inmediatamente entré al contacto ahí señalado. Fue una gran alegría encontrarme en un territorio libre y luminoso. Soy admirador de su poesía (desde SEÑORAS Y SEÑORES). El leer los trabajos de su blog reafirma esa admiración.

Julio Carmona.