- Algo huele mal en Dinamarca.
Y tenía razón.
Cada año el rey de Suecia entrega el Premio Nobel
a quienes contribuyen al bien de la humanidad
y especialmente a la defensa de la paz.
Ante él desfilan manzanas doradas,
de la física y la química,
la economía, la medicina y la literatura,
pero el invitado principal trae el diamante de la paz.
Este año 2009 algo extraño sucedió:
el invitado principal no llegó hasta el rey.

recibieron el premio de un presidente noruego.
¿Por qué el hombre que prometió
mas soldados contra Afganistan,
por qué el ocupante de Irak,
el cómplice de Guantánamo y el bloqueo cubano,
el defensor de los terroristas, el perseguidor de los patriotas
no se acercó al rey de Suecia?
En los tiempos antiguos volvería la paz
cuando bajaran las aguas y se aposentara el arca.
Este año Hamlet vio hundirse el arca de la humanidad
y mientras respiraba el dióxido de Copenhague
con razón dijo: "Algo huele mal en Dinamarca".