lunes, 31 de marzo de 2008

EL AIRE


Señor Presidente de Invasores Unidos;
con asombro y pesar recibimos la noticia
de que nuestra petición de privatizar el aire
ha sido rechazada.
Si se privatizó la tierra y también el agua
por qué no puede realizarse otra privatización.
Ya le indicamos que estamos dispuestos
a pagar los impuestos que usted fije
y aceptamos una conseción por cien años no renovables
para explotar el aire que respira la república.
Piense usted en las ventajas
que pueden obtenerse de un aire limpio,
libre de la contaminación y el terrorismo,
libre de ideas excéntricas e intenciones malsanas,
un aire que todos podrán respirarcon alegría
siempre que paguen las tarifas correspondeintes.
Renovamos nuestra petición
y pedimos que también nos autorice
para cortar el servicio de inmediato
a quienes se atrasen una semana en el pago
porque si dejamos respirar a quienes nada tienen
nos enfrentaremos a imprevisibles consecuencias.
Con el debido respeto a su excelencia
firmamos esta carta aguardando poder tener
en un futuro próximo
el control del aire.

FERNANDO LAMBERG, 2008

LIBROS QUE CAEN


En mi estantería hay varios volúmenes
que se mantienen en equilibrio;
pero alguna vez alguno
cae de súbito
siguiendo las científicas leyes de Newton.
No hay de que preocuparse.
Todo continua su curso habitual.
Los capítulos permanecen en su encierro;
los versos no se apartan de las estrofas
y las ideas se mantienen en sus límites.
Pero ayer ocurrió algo extraordinario.
Un suceso que no tiene explicación posible.
Un volumen dio un gran salto,
cayó con una lentitud inesperada
y mientras caía de las hojas volaban
incotables mariposas amarillas.

FERNANDO LAMBERG, 2008

domingo, 23 de marzo de 2008

EL QUÉ DIRÁN


Pierdo el tiempo si pienso
que dirán los asesinos si mato una mosca,
que dirán los ladrones si robo una manzana,
que dirán los traidores si compro en otra tienda,
que dirán los los verdugos si aplasto una hormiga,
que dirán los empresarios si pido más sueldo,
que dirán los dictadores si ordeno un café,
que dirán los cardenales si grito ¡Dios mío!,
que dirá el imperio si guardo un gramo de oro
y como no quiero perder el tiempo
pueden guardarse el qué dirán
los asesinos, los ladrones, los traidores, los verdugos,
los empresarios, los dictadores, los cardenales
y el imperio.

FERNANDO LAMBERG, 2008.

sábado, 22 de marzo de 2008

IMAGEN DE VENEZUELA


Blanca Venezuela, negra Venezuela, india Venezuela,
Venezuela mestiza, mulata y zamba,
tus entrañas son tan fértiles que encierran
desde el oro al petróleo, desde el hierro al diamante.

Venezuela llanera, amazónica, andina, costera,
tu geografía es tan amplia que guarda
desde el páramo al manglar, de la sierra a los médanos,
de la arena a la nieve, del delta a la montaña.

Tierra de la orquídea y el puma, del caimán y el turpial,
tierra amada del sol, del aire y del agua,
eres un laboratorio colosal.

Donde un poder natural o sobrenatural
colocó junto a las estrellas de tu bandera
el rojo del futuro, el amarillo del porvenir y el azul de la mañana.

FERNANDO LAMBERG, 2008

BODAS DE ORO


En verdad cincuenta años de matrimonio son bastantes años
y entre sus días y semanas pasan flotando los acontecimientos,
algunos graves, otros dramáticos, algunos ligeramente cómicos
y entre los grandes problemas y las grandes alegrías,
a continuación de caminos y altibajos,
luego de explosiones y tardes tranquilas,
después de combatir por el amor y luchar contra el odio
mucho de rutina se suma a nuestros días
y miramos el sol y la luna pensando
que puede llegar algo inesperado,
próspero o adverso, dañino o benéfico
y mientras tanto los años pasan,
la costumbre comienza a imponerse
sobre los caminos más trillados,
sobre las ceremonias más comunes, sobre las soluciones encontradas
y conversamos con algunos vecinos,
llamamos por teléfono a los hijos,
conocemos a los nuevos nietos,
bebemos una copa de vino junto a un libro,
saludamos a la felicidad cuando llega
y tratamos de esquivar la desgracia,
miramos por la ventana como crecen los árboles,
compramos nuevas sábanas para el antiguo lecho,
hablamos más de recuerdos que de proyectos,
jugamos a las cartas, vemos la televisión, leemos la prensa
y llevamos cincuenta años el anillo nupcial
en el cuarto dedo de la mano izquierda.

FERNANDO LAMBERG, 2008

FÁBULA DE LA CERVEZA


Supongamos que en la mañana vuelves
de una agradable fiesta.
Tu alquilado cuarto de soltero
te aguarda con paciencia.
Y logras que te venda
en la fría mañana una fría cerveza.
Te sientas en un banco de la plaza
y bebes sin prisa.
La policía brilla por su ausencia.
De pronto detiene su carro una excéntrica princesa.
Se sienta a tu lado y observa
tu arrugada chaqueta de fiesta.
Con suaves palabras te dice que bebiendo
malgastas tu existencia.
Tu respondes con bromas ligeramente ingenuas
y ligeramente perversas.
De pronto la besas por sorpresa.
Ella ha comenzado a enamorarse
y ante el próximo beso no ofrece resistencia.
Su salud es mala y muere
a los pocos meses de feliz matrimonio.
Tú habías comenzado a enamorarte
de su frágil corazón y su frágil belleza.
Sentado en el mismo banco de la plaza
bebes sin prisa mientras piensas
qué harás con el título de noble
y la cuantiosa herencia.
Estas cosas pasan por tomar una cerveza.

FERNANDO LAMBERG, 2008

lunes, 17 de marzo de 2008

OTRA CARTA A DON QUIJOTE


Quijote quijotesco y cervantino;
cambiar el mundo son palabras mayores.

No bastan la espada, la adarga, la lanza y la profunda voluntad.

No bastan Rocinante humilde, Sancho fiel y el maltratado rucio.


Pero, mi señor Don Quijote, sal otra vez a los caminos

porque hace tiempo los molinos se convirtieron en gigantes.

Peor aún, mi señor, los malvados aseguran que ellos son los caballeros

y afirman que defienden la paz y la justicia.


Acusan de terroristas a los hambrientos
y con armas que tu no hallaste en tus libros

matan ancianos, mujeres y niños en nombre de la igualdad,

incendian las aldeas diciendo que rechazan la violencia.


Naciste en otros tiempos, mi señor don Quijote,

y debes volver a nacer en estos tiempos.

Ahora el pueblo no cree en los reyes ni en las falsas noblezas.

El pueblo sabe que ahora es él el soberano.


Antaño los duques se burlaron de tu heroísmo

y los villanos golpearon a Sancho.

Hoy los pueblos comprenden que solamente unidos

aplastarán la codicia, destruirán la ambición.


Caballero de Los Leones, derriba los muros del mal,

destroza las malditas puertas del imperio

porque tras de ti y junto a ti va el pueblo.


Y recuerda, mi buen señor, que es difícil cambiar el mundo

con sus brillantes logros y sus siniestros yerros

porque las que te aguardan en los castillos siguen siendo doncellas

y los que te ladraban en los caminos siguen siendo perros.


FERNANDO LAMBERG, 2007

FÁBULA DE RINOCERONTES


Cuando el rinoceronte con un golpe de Estado
Se apropió del poder
Entre varios de sus caprichos quiso demostrar

que su esposa poseía una gran cultura.

Dictó un decreto nombrándola

Directora Plenipotenciaria de Bellas Artes

y la envió con gastos pagados a visitar museos.

Después ella podría comprar en
las tiendas

para reponerse de tanta fatiga.

Contrató un profesor para que instruyera

a la flamante directora.

Luego de repasar varias veces las lecciones

la esposa del rinoceronte emprendió viaje

y quiso demostrar ante el guía museístico

los progresos que había conseguido.

Ante un óleo exclamó: Este es un Rubens.

El guía corrigió: -Es un Rembrandt.

Ante otro óleo afirmó: -Este es un Velázquez.

El guía rectificó: -Se trata de un Goya-

Por fin creyó reconocer de cerca

lo que vio desde lejos.

-Sin duda este óleo es un Picasso.

-Perdón, señora. Es un espejo.

No siempre la esposa de un dictador logra el objeto

para el cual se dictaron lecciones y decretos.


FERNANDO LAMBERG, 2007

REVERÓN


Mientras más se hundía en la locura
más cerca estaba de la luz.

El joven elegante que brilló en los salones
se convirtió en el ermitaño de Macuto,

acompañado por su fiel Juanita,

por sus fieles muñecas de trapo, por el sol siempre amigo

y el océano invariable.


Sus pinceles atraparon el marrón

y el blanco y el azul,

marrón de cerros, blanco de arenas,

azul de cielos cada vez más blancos,

marrón de cerros que llegan al azul,

azul tan diáfano

que estalla en un relámpago.


Cuando los hombres no comprenden

dicen que la locura llegó a Macuto.

Pero no es cierto.

Reverón vio tanta luz que la bebió como una copa.

No es cierto que vivió en las tinieblas de la locura
.

Somos nosotros los obscuros.

FERNANDO LAMBERG, 2007

AGUA


Elevo entre mis manos un verso de agua pura:
cristal en el cristal, limpidez en lo limpio.
Bebo su frío sorbo, su delicia tenaz
y a mi garganta llega como nieve o rocío.
La cambiante materia que es nieve y es aguja
de hielo deposita un frescor irreemplazable.
Su vestimenta guarda un fulgor de relámpago;
su ala resplandeciente se precipita y cae.

Agua que he contemplado dispersarse en la lluvia,
que he cruzado nadando bajo un cielo de estío,
lentas nubes de forma imprecisa y radiante,
hielo que he destrozado a golpes de martillo.

Lágrimas, humedad de los hermosos labios,
mar que a la arena lanzas insultos y gemidos,
rumor que a cada instante se renueva en la sangre,
generosa hilandera de todos los tejidos.

Agua de calma o tempestad, loca o disciplinada:
en la pequeña gota o en el torrente guardas
tu frase incontenible, tu mudable belleza.

Te apresuras como el corazón o como el corazón reposas,
laguna de zafiro, desbocada vertiente.
Cuántas veces he amado tu vestido inconsútil;
cuánto amo y amaré tu cuerpo transparente.

FERNANDO LAMBERG, 2007

VERSOS TEATRALES

"Lo importante no es el escenario, sino el personaje"

Se abre el telón de boca. Sube el telón de cuchilla. Los utileros y tramoyistas corren preparando el escenario. De pronto se encienden las luces y aparece un hombre leyendo un libro titulado Versos Teatrales del autor y dramaturgo Fernando Lamberg, publicado por la Editorial El Perro y la Rana en noviembre del 2006. El gesto y la palabara se unen en los poemas de este para hacernos escuchar voces que aún gravitan por las escenas trágicas de una vida hecha personaje en sus míltiples e impresionantes máscaras.

El maquillador en el camerino de los olvidados, trata de devolverle la lozanía y el colorido a un rostro marcado por la huella infelible que deja en la piel el paso del tiempo. El personaje en escena lee el libro de Lamberg ante un público de sombras espectrales, que atentas escuchan la palabras que evocan la voz de Otelo, abatido y desconsolado. Hacia un lateral del escenario un hombre abatido se va despojando de máscaras y muecas que cubren su rostro desconocido.

El personaje continúa la lectura de los poemas de Lamberg y la soledad llora en silencio sentada en las butacas de amargos recuerdos. Versos Teatrales es un libro de poemas escrito en los escenarios de las emociones y en los camerinos de la memoria.

Aquí, la palabra se aleja por los interminables caminos de los monólogos que cuentan historias de viajes y exilios. Pero también habla en sus páginas, aquellas aventuras amorosas que dejaron inolvidables abrazos en habitaciones modestas de hoteles y posadas.

De pronto, aparece en escena un hombre con una valija dispuesto a partir hacia cualquier lugar. En su rostro puede notarse la angustia de un hombre acosado y persegido por personajes armados de rabiosas violencias.

Ese hombre siguiendo la ruta del azar llega a Venezuela con su valija llena de adioses. Ya han transcurrido más de 30 años y aún vive en este país, recordando sus juegos de infancia y su vida de joven por los patios y por las calles de su tierra chilena.

Ese hombre no es un personaje construido por algún dramaturgo. Ese hombre es Fernando Lamberg quien escribe ahora sus Versos Teatrales como testimonio de una vida que ha cruzado peligrosos puentes, inmerso en difíciles circunstancias.

VERSOS TEATRALES

Es una obra excepcional compuesta de 73 poemas, que nos transportan de una manera mágica por un viaje a través del mundo de las tablas, editada por la Fundación Editorial El Perro y La Rana, en su Colección de Poesía Venezolana, dentro de la selección de nuestros autores Contemporáneos.

El poema es una lucha de voces, una encrucijada de caminos que vienen alzándose desde la nada hacia el absoluto, el encuentro de dos pupilas que se conocen y asimismo se multiplican. Poesía es la constelación de miradas que se abren y se cierran según su parpadeo rítmico, el mito y la vanguardia, la herida y el beso en una piel eterna.

Esta colección supone un viaje por los senderos del tiempo, sus series reconocen el trabajo de los poetas venezolanos, recogen sius obras con la convicción de que son ventanas a través de las cuales se perciben diferentes imágenes del mismo país.